domingo, 25 de junio de 2017

Muxivén y Cornón. Circular desde Lumajo

Salida y llegada: Lumajo (Comarca de Laciana)
Distancia: 20,0 km
Duración: 8:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1300 m
Altura Inicial: 1374 m
Altura máxima: 2188 m
Fecha de realización: 17/VI/2017
Dificultad: media
Track de la ruta


Itinerario: Lumajo – Arroyo de la Almuzarra – Reguero el Xistral – Muxivén – Pico el Rebezo – Collado la Bobia – Alto las Rebezas – El Collado – Entre los Picos – Cornón – Lagunas del Cornón – Entre los Picos – Brañas Viejas de Navariegas – Arroyo de la Almuzarrra – Lumajo.

       Fuentes con lavadero, calor y tejados de pizarra; así nos recibe Lumajo. Aldea situada en la comarca leonesa de Laciana, da nombre al valle glaciar que en dirección norte-sur arranca en las faldas de Peña Blanca y desemboca en Villaseca de Laciana. Por su centro discurre el arroyo de la Almuzarra y queda limitado al oeste por la extensa mole del Muxiven y por la Loma de las Mozarras al este.
Fuente y lavadero en Lumajo
      Dura se hizo la jornada. Daban un nivel de riesgo alto por altas temperaturas en toda la Península, también en el norte, y el caminante, valiente, se acercó a conocer el Valle de Lumajo y las cumbres que lo cierran entre el Muxiven y el Cornón. Un aire quieto, abrasador y plomizo, nos hizo sufrir; algunos quedaron fundidos en la subida al Muxiven y otros en las lagunas previas al Cornón. Pero al final quedó la satisfacción de coronarlos.
Casona solariega con corral, corredor alto y pórtico.

      Aparcamos en la entrada al pueblo, al lado de la primera fuente (hay otro aparcamiento más amplio a la salida donde realmente se inicia la ruta señalizada (al Cornón y a los Puertos de la Almuzarra). Cruzando el pueblo encontramos una casa amplia con gran corral que debió pertenecer a algún labrador o ganadero rico y sigue en uso pero necesita alguna restauración o arreglo, también una segunda fuente y abrevadero con abundante agua fresca. Un vaso bajo el caño que suministra un flujo continuo e invita a degustarla; y, en efecto, está muy fresca.
Valle de Lumajo visto desde la salida de la aldea. Al fondo, más claro, la cima del Cornón, le siguen La Regada y Aspía. A la derecha Peña Blanca y la Loma de la Mozarra.

       El Sol aprieta ya a estas primeras horas de la mañana. A la salida de la aldea un panel informa sobre las características de la ruta señalizada y de los lugares que se recorren: los glaciares del entorno del Cornón, los valles glaciares que de allí parten (Sousas y Lumajo), del tipo de roca (cuarcita) y su rico cromatismo, de los líquenes que la recubren, etc; también del pastoreo en los puertos de verano de la Almozarra.
Segundo desvío para subir al Muxivén. Por el camino de la derecha regresaremos.

       Al poco, la pista se divide en dos. La de la derecha sube a los Puertos de la Almozarra mientras la de la izquierda, que seguimos, baja hasta cruzar el Arroyo de la Almuzarra. Poco más adelante, en el siguiente desvío, optamos también por el camino de la izquierda, dejando el de la derecha subir directamente al Cornón por las Brañas Viejas de Navariego (por él regresaremos). Con mayor inclinación, da un par de revueltas mientras adelantamos a unos lugareños que están arreglando el camino. Tras una portilla se accede a un prado en el que pastan las vacas mientras nosotros continuamos por el camino que sigue en ascenso hacia el noroeste entre escobas en flor.
Vemos las dos cumbres del Muxiven a la izquierda y el Pico Rebezo a la derecha. Haremos la subida por la vaguada entre ambos (se ve hacia la derecha de la foto). El collado La Bobia quedaría a la derecha fuera de la foto.

      Al llegar a un hombro de la sierra vemos la extensa arista del Muxiven por la que como una fila de hormigas avanza un grupo de montañeros. Las caídas hacia nuestro lado son verticales. A la derecha del gran crestón, se intuye el collado de la Bobia por el que podríamos encaramarnos en lo alto de la sierra y continuar la remontada por la arista. Por no dar ese rodeo, seguimos directos hacia las peñas (al oeste) donde se aprecia una canal de subida más vertical rellena de canchales, escobas y brezos. No tiene ninguna dificultad salvo la inclinación y el ir buscando los mejores pasos entre la maleza y los canchales.
Canchales, escobas, brezoen el primer tramo de la subida que subimos por donde podemos sin camino ni sendero.
La zona alta de la canal está limpia y un sendero nos llevará al evidente collado.

      Alcanzamos una vaguada menos inclinada y, en lugar de seguir por ella, subimos al pequeño hombro que la cierra por la derecha y por donde pasa un sendero. Nos deposita con poco esfuerzo en un collado en lo alto de la sierra que deja a la derecha las cercanas peñas del Pico el Rebezo. Aquí nos cruzamos con el grupo que baja del Muxiven.
Desde el collado al que accedimos nos dirigimos al canchal situado al sur.

La senda nos llevará por el borde de la arista cuya inclinación no se aprecia en la fotografía.
      Seguimos hacia la izquierda subiendo por un canchal que alcanza una primera antecumbre donde hay un parapeto quizás de la Guerra Civil. La subida continúa por un sendero al borde del precipicio hasta la primera cumbre de la montaña. Bonito mirador que muestra el tramo de arista llana que nos separa de la cumbre principal del Muxiven y las verticales caídas hacia el este; abajo la aldea de Lumajo y al norte se dibuja el Cornón, a la izquierda y por detrás del afilado Pico la Regada.
Tramo de la arista entre las dos cumbres del Muxivén. La que vemos a la izquierda es la más alta y tiene vértice geodésico. Se pasa bien, aunque en algunos tramos es bastante afilada y tiene fuertes caídas.
Valle de Lumajo desde el Muxivén. A la izquierda se ve el lomo de la sierra que vamos a recorrer. Al fondo a la izquierda, el Cornón, le siguen, más cerca, La Regada, el Mocoso (muy lejos) y el blanco Penouta.

       En las zonas más bajas el Sol pegaba fuerte y el calor y el agobio fueron aumentando, pero, al ir cogiendo altura, una ligera brisa vino a mejorar la situación. La arista que separa ambas cimas es estrecha pero sin dificultad ni peligro. Un vértice geodésico y un oxidado buzón de montaña coronan la cima. Al otro lado (al oeste) vemos el valle glaciar de Sosas paralelo al de Lumajo y, entre ambos, la cuerda que vamos a recorrer hasta los picos De la Regada y Aspía y, más allá, después de un quiebro a la izquierda, el Cornón que cierra el valle de Sosas.
Canchal de cuarcita muy cerca de la cumbre sur del Muxiven.

Lumajo desde el Muxivén

      Desandamos la arista del Muxiven y bajamos, siguiendo una senda hitada, por la ladera del Pico Rebezo dejando a la derecha sus peñas cimeras. A media ladera del valle de Sosas, a la izquierda, vemos un corro con cubierta de escobas en forma de cono. Llegamos al collado La Bobia. Después, la senda sube paralela a una alambrada de espino oxidada, entre el brezo, hasta las peñas que coronan el Alto las Rebezas. Unos parapetos de piedra quizás de la Guerra Civil rellenan la ladera norte de la pequeña cumbre.
Corro con cubierta de escobas. Fotografía sacada con teleobjetivo desde la arista norte del Pico Rebezo
La senda discurre entre el brezo en paralelo a la alambrada que sube al Alto las Rebezas.

Dese el Alto las Rebezas, vista hacia atrás (al sur): Pico Rebezo y Muxiven (superpuestos)

Miramos al norte desde el Alto las Rebezas. En primer término vemos unos parapetos, quizás, de la Guerra Civil y al fondo el Cornón y el Asta (casi pegados), Aspía y La Regada.

       Tras un corto descenso llegamos al Collado que nos separa del afilado Pico la Regada. Entre las escobas avanzamos por el collado buscando el sendero que nos permita faldear La Regada por la ladera oeste. Es necesario encontrarlo pues la ladera es muy vertical y está completamente invadida por las escobas. Superado La Regada alcanzamos otro collado de hierba que la separa del Pico Aspía (collado Entre los Picos). En este cruce de caminos enlazamos con el que dejamos antes de subir al Muxivén y una flecha nos orienta hacia el Cornón (visible en todo momento).
Rodeamos el afilado Pico la Regada por la izquierda (oeste) y para ello buscamos la senda entre las escobas.
        La senda, entre el brezo, rodea en suave descenso el Pico Aspía y se dirige hacia el nacimiento del arroyo Glacheiro que vierte en el valle de Sosas. Forma pequeños charcos ondulados entre la hierba antes de precipitarse en un profundo barranco que rodeamos por arriba. La senda a veces se pierde entre el brezo pero unos grandes hitos ayudan a reencontrarla. El calor ya ha hecho mella en algunos que vamos casi al límite. Además, nos encontramos en el fondo de un estrecho y cerrado circo en el que no corre ni una brizna de aire.
Sobrepasado el collado Entrepicos (al norte del Pico la Regada) un ligero descenso nos lleva a cruzar el arroyo Gacheiro. El valle lo cierran por el norte los picos Cornón y Asta.

        Lentamente y con esfuerzo subimos al collado que separa el Cornón de las verticales peñas del Pico Asta en el límite con Asturias. Con la ligera brisa que sopla en el collado y un poco de descanso, cogemos el resuello necesario para acometer los últimos 100 metros por el marcando sendero que sube al Cornón. En la cima encontramos un vértice geodésico, un gran hito de cuarcitas de variados colores (las distintas tonalidades entre el naranja y el blanco pasado por los ocres) y un oxidado buzón de montaña.
Ladera oriental del Cornón desde el collado que lo separa de las crestas del Pico Asta. La senda de subida está muy marcada. La foto que vemos es muy plana; la inclinación real es mayor de lo que aparenta.

     Hay que reponer fuerzas, pero con las altas temperaturas lo único que pide el cuerpo es reponer líquidos. Las vistas son impresionantes, para más información ver el Tomo I de Recorriendo las Montañas de Asturias.
Arista sur del Cornón (por la que bajaremos). A la izquierda vemos el Muxiven y la cordal por la que hemos venido. El valle de Sosas tiene una forma de U perfecta que nos informa de su origen glaciar.

Pico Penouta desde la cima del Cornón

      La alargada arista sur del Cornón tiene en su ladera oriental unas lagunillas que vamos a visitar. Para ello, descendemos por esa arista hasta unas peñas continuando por la ladera oriental muy inclinada y con abundante piedra suelta. Llegamos a la primera y más grande donde hay un gran hito de piedras. Sin sendero, caminando sobre el brezo bajo, continuamos el descenso hasta la senda hitada por la que subimos, alcanzando poco después el fondo del valle.
Lagunas del Cornón situadas al este de su cresta meridional.
Laguna del Cornón. Vemos, al fondo, el Pico la Regada
Otra vista de la Laguna del Cornón con el pico homónimo al fondo y el Asta a la derecha.

      La senda sube hasta alcanzar otra vez el collado Entre los Picos, pero, en lugar de faldear el Pico la Regada por el oeste (por donde vinimos), seguimos los hitos del camino señalizado que lo rodea por el este describiendo un pequeño arco. El camino continúa en ligero descenso por una amplia campera salpicada de escobas, más abajo ensancha y llega a una solitaria cabaña recientemente arreglada en medio de un pastizal.
Pequeñas y hermosas lagunas que deja el Arroyo Gacheiro cerca de su nacimiento y antes de precipitarse en un cercano barranco.

Rodeado el Pico las Regadas por oriente, nos dirigimos campera abajo hacia la cabaña que vemos en el centro. Estamos de nuevo en el valle de Lumajo; el Muxivén está a la derecha.

Cabaña en medio de la padera con el Muxivén al fondo.
        Después atraviesa un escobar ralo, desemboca en una pista en la zona de las Brañas Viejas de las Navariegas. Más adelante deja a derecha un desvío hacia una cercana cabaña ganadera en uso y se acerca al fondo del valle donde da un par de revueltas para subir un corto tramo.
Llegando al fondo del valle de Lumajo encontramos estos prados cerrados, al otro lado, por la Loma de la Mozarra.

Entrando en Lumajo
      En la subsiguiente bajada final enlazamos con el desvío por el que subimos al Muxivén, después cruzamos el Reguero el Xistral y enseguida el Arroyo de la Almozarra por un puente. La pista hace una corta subida antes de entrar en Lumajo en cuya fuente paramos para refrescarnos. El día ha sido tórrido y el agua fresca es un alivio necesario.

Lorenzo Sánchez Velázquez





No hay comentarios:

Publicar un comentario